José de Jesús Fuentes
El pasado sábado 21 de septiembre, la Parroquia de Santa Clara de Asís celebró con gran emoción un acontecimiento de fe: su 50 aniversario. Más allá de este hito histórico, esta celebración trascendió el festejo mundano, convirtiéndose en un momento de gran trascendencia espiritual al iniciar un año jubilar, un tiempo de gracia y renovación.
El festejo inició con la bienvenida al pastor diocesano en los linderos parroquiales, en el Boulevard Torres Landa, de ahí partió una procesión encabezada por la imagen peregrina de Santa Clara.
Con la solemnidad que caracteriza a estos momentos, el Arzobispo de León, Monseñor Jaime Calderón, presidió una emotiva ceremonia en la que consagró el nuevo altar de la Parroquia. El suave olor del crisma con que se ungió el altar seguramente se quedará grabado en la memoria de quienes vivieron este acto litúrgico, cargado de simbolismo.
Al concluir la ceremonia eucarística, se leyó el acta en la que el Arzobispo hizo un anuncio que llenó de alegría a los presentes: la declaración del Año Jubilar. Este tiempo extraordinario permitirá a los fieles obtener indulgencias plenarias bajo las condiciones canónicas acostumbradas, una oportunidad única para acercarse a Dios y experimentar su misericordia.
El Señor Cura, Bernardo Rocha, expresó así su alegría por la presencia de Monseñor Jaime: “Agradecemos su presencia en medio de nosotros, que nos sigue impulsando en este camino de fe… pero también nos sigue comprometiendo a seguir trabajando a favor de nuestra comunidad, a salir a buscar a aquellos hermanos que no comulgan en muchas cosas con nosotros”.
Monseñor Calderón exhortó a los presentes a ser mejores cristianos: “Conviene que al leer este documento… que tengamos en cuenta que podemos crecer en la fe y en la práctica de la caridad… cuando se habla de que para ganar la indulgencia se debe confesar y comulgar… pero confiésense un día, y luego dense tiempo para participar en la eucaristía… este tiempo de Gracia también consideren que se debe vivir la caridad con los más necesitados”.
La celebración continuó con una convivencia fraterna en las calles aledañas a la Parroquia. Los grupos apostólicos, que han sido el motor de la vida parroquial durante estos 50 años, tuvieron la oportunidad de compartir un momento de alegría y camaradería con su pastor diocesano.
En Voz de…
Abigaíl Hernández, Grupo de Catequesis.
“Es algo muy digno, algo que necesitábamos en la Parroquia que para nosotros como cristianos es un signo de nuestra fe católica.”
María Joaquina González Reyes, Legión de María.
“Algo maravilloso que jamás en mi vida pensé… cerraba los ojos cuando le decía a Dios – Gracias- que sea un grande ejemplo para nosotras y que nos de su bendición y crezca el grupo, para visitar a los enfermos y lo que sigue.”
